Un Cuarto Oscuro lleno de paquetes cafés acomodados en repisas. Silencio.
Un hombre sucio desaliñado, vestido con trapos entra al cuarto y empieza a ver los paquetes cafés con anhelo, con ansia. Abre uno y de él sale una joya relampagueante.
-Mías… nadie tiene una mejor colección.
Se oye por la ventana:
-¡Subasta! ¡Subasta única!
El hombre harapiento se asoma rápido a ver y sale corriendo del cuarto. Llega a un centro de convenciones con sillas, se sienta. Llega la demás gente y se sienta alrededor. Comienza la subasta, el hombre se ve impaciente, de pronto un paquete café igual a los que el hombre tiene es el siguiente artículo. El hombre se emociona, algiuen da 100.
-¡150!
150 a la una, 150 a las dos… Alguien más ofrece 500.
-¡700!
El hombre se ve molesto. 700 a la una, 700 a las dos… Alguien más ofrece 1000. El hombre ve su dinero y ve que no le alcanza. Ve el lugar de la persona de al lado y toma su cartera. Ve el contenido.
-¡2700!
Sonrie al ver las caras estupefactas. Pero otra persona grita 3000. Ahora si se ve enojado el hombre, que se sienta y sólo echa una mirada fulminante al hombre que dijo 3000. Se acaba la subasta. Va a donde se entregan los artículos y estrangula al hombre que le ganó y al subastador le da una patada en la ingle. Toma el paquete y corre a su casa. En el cuarto saca todas las piedras preciosas de los paquetes y las alinea.
-Vean mis amores, conozcan a la nueva.
Comienza a abrir el paquete pero al ver su contenido se le desdibuja la sonrisa del rostro. Va hacia la ventana y arroja el paquete. Está lloviendo, se ve que el paquete cae y se abre. Sale de él una piedra que es igual a todas las demás del empedrado.
Una mano la toma y la mete a un paquete café.
Creo que necesito terapia. Después de leer esto, ya no sé ni cómo me llamo.
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